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Burkholderia cepacea: un patógeno emergente y desconocido

Burkholderia cepacea: algo más que una especie.

En el año 1950, Walter Burkholder describió a un fitopatógeno causante de pobredumbre en cebollas como Pseudomonas cepacia. Sin embargo, no fue hasta 1981 cuándo se incluyó en la lista de nuevas especies. Ya en 1992, a partir de estudios genéticos, se categorizó un nuevo género, Burkholderia, dónde se incluyó la especie Burkholderia cepacea, antes incluida en el género Pseudomonas. Desde entonces son muchos los estudios asociados a establecer una relación genética más completa del género, siempre en controversia. A partir de los estudios basados en el gen recA, que codifica para la proteína recombinasa A, en el año 2013 se incluyeron 9 especies más dentro del complejo Burkholderia cepacea (BCC).

Este complejo está formado a día de hoy por 20 especies de bacilos gram-negativos, móviles por la presencia de uno o más flagelos, aerobios y no formadores de esporas. Todas las cepas pertenecientes a este complejo son fenotípicamente muy similares, por lo que su correcta identificación hasta el nivel de especie por métodos tradicionales no resulta sencilla. A día de hoy, las estrategias para el aislamiento del BCC van destinadas a la identificación del complejo. Es un método valido, pero no definitivo, ya que se sigue comprobando que las distintas especies del complejo presentan un comportamiento distinto frente a, por ejemplo, la formación de biofilms.

En los últimos años, el BCC ha mostrado ser una preocupación creciente tanto para pacientes como productores de medicamentos y artículos de higiene personal. Las especies pertenecientes al BCC son patógenos oportunistas y han estado implicadas en enfermedades, especialmente para la población vulnerable. Tanto es así, que organismos reguladores como la FDA, han notificado numerosas retiradas de productos por presencia de especies del complejo Burkholderia cepacea. De hecho, muchos productores han empezado a revisar sus controles microbiológicos y la eficacia de sus protocolos para la prevención de productos contaminados por BCC.Aunque el BCC supone un alto riesgo para este tipo de pacientes, en ocasiones existen casos notificados de enfermedades por este grupo de bacterias en pacientes sanos. BCC es altamente contagioso y virulento, como muestran estudios dónde se prueba su transmisión entre personas. Incluso se ha llegado a determinar la presencia de especies del complejo en medios con muy bajo valor nutricional, como en agua destilada.

Con esta preocupación tan presente, en Mayo del 2017, la FDA estableció un comunicado advirtiendo a empresas productoras de productos no estériles basados en agua, del riesgo de contaminación por especies del BCC.

Productos no estériles han estado directamente implicados en la mayoría de retiradas de producto por contaminación de BCC. Tales como desinfectantes, fármacos orales, limpiadores de ojos, espráis nasales o cremas corporales están incluidos en este grupo. Para su producción a escala industrial, se necesita un consumo de agua muy elevado. Y para ello, han de disponer de grandes sistemas de llenado y tuberías, lugar ideal para el desarrollo de biofilms. Una fuente de contaminación muy difícil de eliminar como sabemos, debido a la habilidad de las bacterias que lo forman para generar resistencia a desinfectantes y productos antimicrobianos. Y se ha demostrado la gran afinidad de las especies del complejo Burkholderia cepacea para estar presentes en estas biopelículas.

¿Quieres analizar la presencia de especies del género Burkholderia en tus instalaciones o en tu producto final? Desde Cedotec ofrecemos un medio de cultivo específico para el aislamiento de especies del complejo BCC: Burkholderia cepacea Agar Base

– Resultado en 48 – 72 h

– Alta selectividad: inhibición de Pseudomonas spp.

– Suplemento altamente selectivo para la preparación del medio

– Fácil lectura: colonias de 1-2 mm de diámetro con precipitación rosa intenso en el medio de cultivo.

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